¿Nos ganaría alguien con todos estos jugadores en un nivel aceptable? ¿Con ese juego interior? Difícilmente. La tensión defensiva que ofrece el pívot de los Thunder, su feroz manera de atacar cada balón suelto, esa capacidad reboteadora y de intimidación abre una infinidad de opciones en el poste bajo español incomparable. Librando a Pau de labores de intendencia su aportación sería justo la necesaria, y con ello, poder sacar del banquillo los cuatro brazos de Fran y Serge, ¿¡quién demonios nos va a meter una canasta desde dentro de la pintura!? Se me hace la boca agua.
El ostracismo pulcro o la gloria enmascarada
- 21:51
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¿Nos ganaría alguien con todos estos jugadores en un nivel aceptable? ¿Con ese juego interior? Difícilmente. La tensión defensiva que ofrece el pívot de los Thunder, su feroz manera de atacar cada balón suelto, esa capacidad reboteadora y de intimidación abre una infinidad de opciones en el poste bajo español incomparable. Librando a Pau de labores de intendencia su aportación sería justo la necesaria, y con ello, poder sacar del banquillo los cuatro brazos de Fran y Serge, ¿¡quién demonios nos va a meter una canasta desde dentro de la pintura!? Se me hace la boca agua.
Apunten este nombre
- 19:41
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Os suenan ¿cierto?
Son Quarterbacks, QB´s para los que mamamos de este deporte en el Madden de la playstation, mariscales de campo para los más horteras. Las piedras angulares del juego ofensivo de un equipo de fútbol americano. Llegan a España, al 90% de la población española, tan sólo un grupo de elegidos que traspasaron las fronteras culturales para llegar al otro continente, al nuestro. La mayoría no ha visto jugar a ninguno pero se les conoce por dos posibles y únicas vías: ganar una Superbowl o meterse en un lío de faldas. Estos que he nombrado tienen de lo primero y efectivamente, también tuvieron y tienen de lo segundo. La pena es que mientras se juegan los playoffs y se puede disfrutar de un espectáculo incomparable, IN-COM-PA-RA-BLE, a los periódicos españoles sólo llegan las fotos de sus mujerzuelas. Una pena.
¿Brett Favre? Ah sí! ese es el que sale en Algo para con Mary...
¿Tom Brady? Sí, ¡como no! ese es el novio de Gisele Bündchen...
Bien, añadan otro nombre y apellido a esta lista. Está en los Packers, es joven, vistoso, tiene un talento que va mucho más allá de su brazo y alguien le colocó en el lugar ideal y en el momento concreto en el que se le necesitaba. Un par de temporadas bajo la tutela del ídolo de los cheeseheads y a la palestra. En la post-temporada ha mostrado las dos caras de la megaestrella: la demoledora frente a Eagles y Falcons (quizás tenga algo personal con las aves), y la caraB de todo quarterback que se precie. Como Stallone o Steven Seagal, se pega un tiro en el pie y cuando más esperanzas tiene el rival, zas! estacazo definitivo. Es un jugador chapado a la antigua actualizado a las necesidades del siglo XXI, líder de su ataque dentro del 'pocket' y cuando sale a correr se convierte en una desesperación para las defensas. Si no le presionas te completa cada lanzamiento y si lo haces mal, carrerita hacia la banda y 'primer down'. Ya ha completado el cupo de partidos malos en los playoffs (1) y precisamente contra la mejor defensa de todas las que ha tenido delante desde temporada regular. Ahora, en su más importante desafío desde que llegó a la NFL, tendrá frente a él al telón de acero. El 3-4 que aterroriza y la melena más temida del fútbol americano mundial.
Para ganar la Super Bowl, los Packers necesitarán mantener su ataque el mayor tiempo posible en el campo para tener bien descansada su defensa contra el juego de carrera de los de Pittsburg, precisamente uno de los puntos en los que éstos superan a los verdes. Dejarle la manija al figurón y olvidarse del miedo escénico que pudiera sufrir con tanto foco. Eso no le afectará, sin embargo, quitarle la pelota de sus manos seguro lo descentraría. La sensación general es que esta final viene más apretada que las anteriores, pero viendo la sorpresa morrocotuda del año pasado cualquier cosa puede pasar. Es un encuentro para sentarse en el mejor sofá de tu casa y panchitos en mano disfrutar del mayor espectáculo deportivo concentrado en 60 minutos de juego. Y pase lo que pase no se olviden de este tipo. Aaron Rodgers.
1 + 1 no son 9
- 19:10
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Manchester United: Owen Hargreaves, Anderson, Michael Carrick, Paul Scholes, Darren Fletcher, Darron Gibson.
Arsenal: Abou Diaby, Cesc Fábregas, Tomáš Rosický, Samir Nasri, Denílson, Alexandre Song, Jack Wilshere.
Manchester City: Michael Johnson, James Milner, Gareth Barry, David Silva, Patrick Vieira, Kelvin Etuhu, Nigel de Jong, Yaya Touré.
Chelsea FC: Michael Essien, Ramires, Frank Lampard, Yossi Benayoun, John Obi Mikel, Florent Malouda, Josh McEachran.
Tottenham: Tom Huddlestone, Jermaine Jenas, Rafael Van der Vaart, Wilson Palacios, Luka Modrić, Niko Kranjčar, Steven Pienaar.
Bayern Munich: Andreas Ottl, Mark Van Bommel, Danijel Pranjić, Thomas Müller, Luiz Gustavo, Bastian Schweinsteiger, Toni Kroos, Anatoliy Tymoschuk.
Inter de Milán: Dejan Stanković, Thiago Motta, Wesley Sneijder, Sulley Muntari, McDonald Mariga, Esteban Cambiasso, Philipe Coutinho.
Milán: Gennaro Gatuso, Clarence Seedorf, Mathieu Flamini, Andrea Pirlo, Massimo Ambrosini, Kevin-Prince Boateng.
Juventus: Felipe Melo, Mohamed Sissoko, Hasan Salihamidzić, Claudio Marchisio, Alberto Aquilani, Milos Krasić.
Villarreal CF: Javi Matilla, Marcos Senna, Borja Valero, Bruno Soriano, (Santi Cazorla).
FC Barcelona: Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Javier Mascherano, Seydou Keita, Sergio Busquets, Thiago Alcántara.
Real Madrid CF: Fernando Gago, Mahamadou Diarra, (Kaká), Lassana Diarra, Esteban Granero, Xabi Alonso, Sergio Canales, Mesut Özil, Sami Khedira.
Mediocentros, mediapuntas, volantes centrales y laterales. O lo que es más, los que pueden jugar y juegan alejados de la cal. Por el centro y sólo por el centro. Los que distribuyen, los que hacen jugar al resto. En lo que el FC Barcelona te domina una y otra vez.
Es cierto que echando la vista atrás hacia los equipos del técnico del Real Madrid, podemos ver que tiene cierta tendencia a jugar con varios delanteros. Cuando el equipo de Mourinho llega a portería quiere llegar con las máximas posibilidades de marcar; y eso, se hace con la mayor cantidad de delanteros rematadores posible dentro del campo. Hemos visto en los últimos años al Chelsea y al Inter acabar los partidos incluso con cuatro delanteros puros a la vez. Situados en banda, sí, pero situados al fin y al cabo en el campo. Por eso lleva pidiendo desde que llegó otro 9, otro asesino del área. Así, puede terminar el partido de Almería con Di María, Ronaldo, Özil, Benzema y ese otro 9 si lo cree conveniente. Incluso renunciando al doble mediocentro si la ocasión lo merece.
Sí, eso es cierto. ¿Pero qué le faltó al Real Madrid en el pinchazo del domingo? Lo de varias ocasiones fuera del Bernabéu. Un hombre, que igual que Xabi Alonso, corte cada despeje del rival en la frontal y te lo distribuya hacia ambos lados del ataque. Esto es posible que lo pueda hacer Granero pero no tiene el poderío ni la actitud defensiva para compaginarlo con la recuperación, algo fundamental para el portugués.
Para mí, en una vía para competir con el mejor rival que ha podido tener el conjunto blanco en su historia, debe hacer el máximo esfuerzo posible por un compañero de Alonso. Viendo los planteles de los grandes de Europa no me parece que el Real Madrid tenga una parcela ancha superior a la de éstos, como mucho del mismo nivel. Kaká sólo ha jugado bien en el 4-4-1-1 de Ancelotti, por tanto, es delantero. SÍ, DELANTERO. Khedira no da para tanto y Lass es más de lo mismo. Fuerza, ganas y físico.
La dinamita que tienen de tres cuartos en adelante acompañada de dos hombres capaces de abrir el campo en un par de toques haría del Madrid un equipo indescifrable. El problema es la cantidad ínfima de jugadores de este perfil que hay en el mercado; el inconveniente, el desembolso necesario para tal operación. Pero, ¿desde cuándo fue eso un problema para los de Chamartín?
Resumen 2010: caminando hacia la meta
- 10:40
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No podría y sería presuntuoso hablar sobre el sector de la vivienda durante el año pasado excluyendo la situación económica y en concreto la presupuestaria que vive España. No hay noticias buenas, sólo la esperanza de que nos dirigimos hacia algo mejor. Algo mejor no por volver al nivel de vida de 2005, sino por conformarse con algo sostenible. Unas buenas bases sobre las que apoyarse. Olvidémonos del crecimiento de las dos últimas décadas del siglo XX, ese no es el espejo en el que mirarse.
El año comenzó entre rescates y nacionalizaciones de bancos, fusiones de cajas inestables por sí mismas y con un montante de deuda en las principales promotoras que delataban el curso del crédito. Estrangulado y sin visos de cambio. Entre Marzo y Mayo se observan pequeños repuntes en la vivienda (compra de segunda mano) los cuáles hoy sabemos que se debieron al adelanto de las familias por la subida del IVA y la rescisión de las deducciones en el IRPF. Poquito a poco el grifo del crédito se reabre y la vivienda lo agradece. En el último tercio nos dimos de bruces con la realidad, poco movimiento en el mercado y reacción a la baja de los precios. El gobierno cambia su estructura, presenta unos presupuestos en los que el gasto debe rebajarse un 8% y el ministerio para la vivienda es uno de los damnificados, ahora sólo es una parte importante de fomento. Con Pepiño hemos topado.
Así, 2010 nos deja una caída de precios en torno al 3,5% necesaria y ya acumula una disminución del 13% respecto a los valores culmen del boom inmobiliario. No es comparable al petardazo del empleo pero al menos sí marca el desencuentro entre una oferta sobrevalorada y la demanda insuficiente, la que antes debe preocuparse de llenar el carro de la compra.
Este curso parece habernos abierto los ojos a todos; ni vamos a recuperarnos en los próximos meses, ni creceremos en 2011, ni mucho menos se solucionará el problema de paro que hay en el país. Porque como todos deberíamos saber ya, en España hay una crisis de empleo que va mucho más allá de lo financiero. Y hoy por hoy el gobierno está más preocupado por las arcas del Estado que del resto. Lo primero es no ser intervenido y después… de momento no existe un después.
Por eso, y aunque las últimas noticias sobre las grandes promotoras arrojan algo de luz al tema, no es lógico esperar una recuperación del sector de la vivienda en los próximos meses. Lo razonable sería que lo que comenzó en Septiembre (caída de un 4% en la compraventa de viviendas) sea una tendencia a la baja y estable de la actividad inmobiliaria. En ese supuesto los precios deben seguir cayendo, ¿cuánto? Acaso no lo suficiente.