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Episodio 3

Como primer apunte y antes de lo que respecta sólo al juego; patética actitud de jugadores, cuerpos técnicos y ayudantes en la previa, durante y después del partido. Generalizar es sinónimo de errar, pero en este caso me quedo cerca del 100%. La rueda de prensa del entrenador del Madrid la mañana antes del partido, la respuesta de Guardiola, las agresiones y exageraciones durante los 90 minutos y el esperpento final del técnico de Setúbal frente a los periodistas. Ahí, ten por seguro, muy pocos te van a apoyar. Obligar a un entrenador ajeno a sentir vergüenza por un título que ha ganado con todo su esfuerzo es irresponsable; te puedes quejar del arbitraje y será totalmente loable pero por ahí vas mal. Sólo puede disculparle en cierta manera lo que él mismo dijo por la mañana en cuanto a que no controla sus emociones cuando se siente perjudicado o frustrado ante una derrota. Puedes desviar la atención o lo que te de la gana, pero la última parte del monólogo tras el partido es totalmente censurable, tanto o más que la retransmisión de Telemadrid. Un insulto al resto de periodistas y entre ellos, a los comentaristas de este deporte.
Ahora vamos a lo que importa:

Real Madrid: Casillas, Arbeloa-Ramos-Albiol-Marcelo, Alonso-Lass-Pepe, Özil-Di María-Cristiano. En la vuelta al 4-3-3 del partido de liga con ninguna presión en la primer línea del rival. En 'ataque', Pepe, Alonso y un desastroso Albiol lanzaban balones en largo a la espalda de los laterales con poca precisión.

F.C. Barcelona: Valdés, Alves-Mascherano-Piqué-Puyol, Busquets-Keita-Xavi-Messi, Villa-Pedro. Giro de timón de Guardiola. Dados los problemas que tuvo el Barcelona en la primera parte de la final de Copa y cómo se solucionaron en la segunda llevando a Messi hacia atrás, el Barça forma con un 4-4-2 en ataque. La defensa muy amplia como siempre, la media cancha de cuatro hombres -Messi entre ellos- variando constantemente entre el rombo y la línea de 4 con los volantes muy abiertos. Villa y Pedro arriba se colocaba pegados a la cal de banda y dejaban un espacio enorme entre los centrales del Madrid y Messi. En ningún momento del partido los centrales salieron a presionar al argentino para no deshacer la línea de 4 defensiva y el trabajo de los 3 centrocampistas madridistas era insufrible. Presionar a 4 hombres en constante movimiento y sin ninguna ayuda.


Después de dos partidos en los que Mourinho mostró sus dotes tácticas ganando la partida en ese aspecto a su homólogo barcelonés, en este tercer episodio el Barcelona cambió su dibujo e hizo así más sencilla y menos conflictiva la salida de balón de Piqué. Metió descaradamente a Messi en el centro del campo e hizo retrasarse a Xavi unos metros para ayudar a Busquets. Resultó que si Pepe -el mejor del Madrid otra vez- quería perseguir a Xavi dejaba a Messi demasiado libre -primeros 15 o 20 minutos-, y si hacía el marcaje individual a la pulga el Barcelona salía casi a placer de la cueva. No obstante, con los blaugrana en el 70% de posesión, tan sólo hubo dos ocasiones de peligro en la primera mitad para ellos. Villa por derecha terminando con zurdazo cruzado y Xavi en buena parada de Casillas. Al poner los delanteros tan abiertos el Barcelona no podía ser de ninguna manera vertical. Dominio de balón sí, pero no aplastando al rival.
El Real por su parte hizo una primera parte ruinosa pero bajo el planteamiento de Mourinho, el 0-0 era bueno y así lo mostraron en cada minuto. Era cierto, el partido estaba para 0-0 pese a la incomparecencia ofensiva de los blancos -sólo un poderoso disparo de Cristiano en el 46 que topa en el pecho de Valdés-.

La desesperación de Cristiano ante la orden de no presionar arriba fue liquidada en el descanso, Mourinho reconocía su error y hacía un buen cambio. De nuevo Adebayor pasaba a ser la china en el zapato de Piqué y Mascherano y además CR pasaba a la banda, donde más daño hace hoy y siempre. Poquito a poco el Madrid fue saliendo más y más en la presión, llegando hasta Valdés en ocasiones, y así el partido se concibió en esta segunda mitad más parejo. En una de esas cabalgadas hacia delante para robar Pepe se excedía y con la plancha hacía falta al lateral derecho azulgrana (sólo resalto esta infracción y su decisión arbitral porque fue la más reseñable, porque, jugadas desagradables y sobre las que discutir hubo muchas por ambos lados). El línea de esa banda comunicaba al árbitro que la entrada era de roja, resolución rigurosa pero no escandalosa. Se vuelve a armar otro cisco.

El Barcelona conserva el mismo esquema y el Madrid pasa a dos líneas de 4 con Adebayor suelto arriba. Durante unos instantes parecen soportar los madridistas, pero en un balón a banda de Xavi tras romper por el medio Afellay gana a Marcelo -que resbala- en carrera y centra para la puntita de Messi. 0-1
Ese resultado no le servía a los locales y avanzaron en busca de la heroica, ahí aparece enorme, el crack rosarino y marca en un contra-ataque 1 contra 4 driblando a varios rivales. 0-2
Totalmente reprochable el último cambio de Guardiola. Mofa innecesaria sacando al único de los filiales que todavía no ha jugado con el primer equipo y que, precisamente, se ha hablado del interés blanco por él.

En cierta manera fue una pena que el partido cambiara tanto con la expulsión, aunque dio pie a goles y espectáculo. Se perdió en igualdad y se ganó en atractivo para el espectador imparcial pues hasta entonces fue una pelea táctica nada vistosa. Después de la expulsión el Madrid no supo cerrar bien como sí lo había hecho en liga, su jugador más importante bajo este esquema se fue y desmoronó mentalmente al grupo. La final de Wembley está casi decidida pero hay todavía por delante otra jornada europea.
Esta noche a disfrutar el Oporto-Villarreal, donde habrá mucho más fútbol y menos bronca.

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Champions League: semifinales

Recuento de aciertos hasta la fecha:

Ledo: 9/12
Chusky: 8/12
Page: 7/10
Nandín: 7/12
Deckard: 6/12
Vito: 1/4
Jaime: 1/2

Y en adelante, los análisis de las eliminatorias que decidirán los conjuntos que vestirán Wembley de corto.

Schalke 04 - Manchester United: una vez más tenemos al Schalke, y una vez más nos preguntamos si tiene nivel siquiera para plantar cara a su rival. Hasta ahora eso ha sido una ventaja para ellos, ahora habrá que ver si sorprenden con su anarquía a los diablos rojos. Jugarán la ida en su gran palacete y allí tratarán de llevar un buen resultado a Londres; el problema, que en un ida y vuelta como frente al Inter el acierto de Rooney, Chicharito y Nani siempre será igual o superior al de los delanteros del equipo alemán. Precisamente esa es una de las virtudes del United de 2011. Con Magath todo el mundo se preguntaba cómo ganaban cada partido, nadie lo sabía pero finalmente lo hacían. Con Rangnick todo cambió, desde el primer minuto del primer partido quiso que todos y cada uno de sus jugadores tratasen de mover el cuero por el césped y no en largo como anteriormente. Subió del equipo filial al joven y talentoso Baumjohann y lo juntó con Jurado aún teniendo que llevar al banquillo -sólo en unas pocas ocasiones- a su jugador más desequilibrante, Farfán (ahora juegan los tres juntos). Actualmente convence más su fútbol que con el proyecto anterior y más de uno pensará en darle más chances que frente a Inter o Valencia. ¿Paradójico verdad? Quizás por eso será el momento de caer, porque ya no pilla desprovisto a nadie, mucho menos a Sir Álex.
No veo por qué razón un conjunto tan experimentado y competitivo se dejaría sorprender aún guardando en la recámara 90 minutos en Old Trafford. Sin embargo, da miedo ser tan categórico como diría la diferencia técnica entre ambos. Seguramente el United no va a barrer del verde a los de Gelsenkirchen porque no lo hace con nadie, pero sin hacerlo, lo veo claro favorito.
Schalke 04: 35%
Manchester United: 65%

Real Madrid - F.C. Barcelona: qué decir del partido de partidos, de una eliminatoria que marcará la marcha de ambos equipos en los próximos años, del rumbo de ciclos y proyectos, de fichajes de verano y fracasos deportivos. No hace falta hacer reseñas sobre la importancia de los pequeños detalles que se puedan dar en cualquier instante: un agarrón, un tropiezo o un balón mal blocado te saca de la final de Wembley cuando tienes delante tantos jugadores de calidad. En una pelea que va más allá de lo que significa ganar un título como la Champions League, que enfrenta dos estilos y filosofías casi antagónicas, la tensión se puede notar en el ambiente desde el túnel de vestuarios hasta la última butaca del anfiteatro más lejano. Los técnicos son sabidos especialistas en eliminatorias a doble partido y por ahí es difícil dar una ventaja a alguno de los dos. En un escenario similar al de Mestalla el Madrid tendrá opciones de repetir victoria en su feudo. Junto a su afición y la presión que impondrán a los de Guardiola, sería la mejor manera de llegar a Wembley, pues llegar por detrás o con empate al Camp Nou haría del pase una tarea demasiado complicada. Más del 80% de la eliminatoria se juega este miércoles porque ir a ganar a Barcelona no creo que entre en los planes de Mourinho (por mucho que haya parecido cambiar la dinámica tras la final de Copa).
Con lo fuerte que ha sido el Barcelona este curso fuera de su estadio y dada la ventaja de jugar en casa el segundo partido, doy ligero favoritismo a los blaugrana.
Real Madrid: 45%
F.C. Barcelona: 55%





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Episodio 2

Real Madrid: Casillas, Arbeloa-Ramos-Carvalho-Marcelo, Pepe-Alonso-Khedira-Özil-Di María, Cristiano Ronaldo. En un 4-5-1 que en ocasiones cambiaba a 4-3-3 para presionar y a un 5-4-1 con Di María cerrando las subidas de Dani Alves.

F.C. Barcelona: Pinto, Alves-Mascherano-Piqué-Adriano, Busquets-Xavi-Iniesta, Villa-Pedro-Messi. En su clásico 4-3-3 en ataque con esta vez los laterales un poco más arriba y presionando la salida de balón del rival. Como siempre.


Ambos equipos parecían plantear el partido de la misma manera que en el primer duelo si nos fijábamos en los onces iniciales. Efectivamente Özil salió de inicio y Mascherano acompañó a Piqué en la zaga, Benzema/Adebayor y Puyol fueron los damnificados. Sin embargo, la primera mitad no se pareció a nada que hubiésemos visto en ningún minuto de los dos enfrentamientos anteriores de esta temporada entre Madrid y Barça. Cuando los de Guardiola sacaban de puerta o los centrales buscaban a los laterales, Khedira y Di María se adelantaban 15 o 20 metros respecto al partido de liga del Bernabéu y formaban con Cristiano una línea de tres que provocó un cortocircuito definitivo en los primeros 45 minutos. No fue capaz el Barcelona de tirar a puerta en este periodo, y los de Mourinho disfrutaron de un par de ocasiones claras, de renombre el cabeceo de Pepe en las postrímerías de este primer tiempo. Los blancos le ganaban la partida a los blaugrana con claridad.

En la segunda parte el cansancio hizo mella en los once madridistas, lógico dado el ritmo de opresión de cada uno de ellos, y entonces el Barcelona se hizo con el balón. Desde el 46 hasta la salida de Adebayor el dominio fue total y absoluto de Xavi y Messi. Iniesta comenzó a encontrar su lugar después de haberse sentido un estorbo durante todo el primer lapso y al fin Pedro hizo daño al lateral derecho del Madrid. Se dieron varias ocasiones, entre ellas un gol de Villa bien anulado. Casillas hizo el resto. Con la salida en el minuto 24 de Adebayor los blancos conseguían respirar a ratos y evitaban el acoso continuo de hasta entonces. En los últimos compases de esta segunda mitad tuvo el Madrid alguna salida de peligro que también atajó Pinto. Lo justo, un empate a uno.

Preciosa imagen para la historia en el descanso entre el pitido final y la prórroga. Dos corrillos equidistantes a la línea que separa ambos campos formados por los planteles y equipos técnicos al completo ponían los pelos de punta. Guardiola y Mourinho lideraban dos charlas de ánimo y precisiones tácticas a sus jugadores antes del asalto final.
El hecho de no haber finiquitado el Barça después del dominio de la segunda parte dio un balón de oxígeno a los fatigados jugadores del Madrid, el Barcelona por su parte se hartaba de buscar sin resultados una manera de superar a Casillas. En un último esfuerzo, Angel Di María tiraba una pared rápida en banda izquierda y centraba para un remate de estética y eficacia sobresaliente del único que guardó unos cuantos sprints para la prórroga, Cristiano. Supo a partir de entonces poner el partido donde quería el Real Madrid y se llevó un enfrentamiento precioso; quizás no por bello como el gol, pero sí por la tensión y la encruzijada táctica que afrontaron José y Pep.

Después de pasar el trámite liguero hay que prepararse para el tercer asalto. Con las nuevas bajas de Adriano y Khedira (a la ya sabida de Carvalho) vuelve a abrirse el espacio a las permutas y variaciones tácticas. Hay tiempo para que el Barça aprenda a salir de la presión que hizo el Madrid en la primera parte, y para que éstos diseñen otro rompecabezas a los blaugrana. ¡Que siga el juego!
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Episodio 1

Real Madrid: Casillas, Ramos-Carvalho-Albiol-Marcelo, Pepe-Xabi-Khedira, Di María-Cristiano-Benzema. En algo similar a un 4-2-1-3 en las pocas veces que el Madrid salió con el balón jugado y en un 4-1-4-1 en defensa con Pepe intentando cortar el circuito del Barça entre líneas y presión arriba intermitente (sobre todo en los comienzos de ambas mitades).

F.C. Barcelona: Valdés, Alves-Puyol-Piqué-Adriano, Busquets-Xavi-Iniesta, Villa-Pedro-Messi. En su habitual 4-3-3 en ataque con la particularidad de mantener a Adriano con la marca de Cristiano aún teniendo la pelota en lugar de buscar el espacio que dejaba Ramos al cerrarse, y mismo sistema defensivo que siempre, presionando fuerte y rápido a la primera línea del rival.


Comienzo timorato de ambos equipos y posesión, como era habitual, para los visitantes. Combinaciones demasiado lentas en los primeros 15 o 20 minutos e intentos de contra a la espalda de Adriano para el Madrid. Después de sacarse la tensión inicial a la que obligaba sentir el ambiente en el estadio, las posesiones del Barcelona comienzan a ser más y más dañinas y Messi disfruta de la primera ocasión clara. Por su parte, el Madrid hace daño en jugadas a balón parado pese a no ejecutarlas a la perfección. Dos claras de 'la pulga' y otras de Cristiano en una contra y un córner que va desde el segundo al primer palo en el minuto 46 de la primera mitad. 0-0 al descanso. El equipo de Mourinho no puede salir con lucidez al ataque porque los balones largos de Khedira, Pepe, Carvalho y Albiol hacia CR y Di María no son ni por asomo de la precisión que se requiere.

Los locales no cambian nada tras el descanso y entonces sí que el Barça hace daño, comienzan las llegadas y con ellas el error de Albiol, que deja botar el balón y Villa lo aprovecha. Con el marcador a su favor y un jugador más viene el carrusel de toque, toque, toque que podíamos esperar que continuase hasta el minuto 90. Entró Özil, y pese a la inmensa calidad de éste el partido siguió por los mismos derroteros. Se lesionó Puyol y Keita fue más un problema en el pivote que una solución. Lo que de verdad creó problemas e inestabilidades en la defensa del Barcelona fue la entrada en el campo de Adebayor; en el juego de balones largos que hasta entonces no había servido para mucho ahora pasan cosas. Emmanuel la baja o deja un balón de cara en el medio que Özil caza para romper líneas en brillantes conducciones. Ahí mantuvo la verticalidad que pedía el esquema inicial y ganó en concreción de tres cuartos en adelante. En una jugada aislada llega la acción del empate.

Con el 1-1 todo planteamiento táctico se desmorona y en un toma y daca que sólo podía beneficiar a los locales las ocasiones van y vienen. Villa y Khedira no anotan. Termina el partido en empate y, como en los escrutinios electorales, todo el mundo declara estar contento frente a la prensa y con buenas sensaciones para el miércoles.
Para la final de Copa surgen variantes obligatorias en los dibujos de ambos equipos. Albiol no podrá jugar por la roja directa y eso hará más difícil poner a Pepe en ese pivote agresivo que trató de molestar a Xavi y Messi. La baja de Carvalho para la ida de la Champions hace el mismo efecto. Guardiola por su parte no podrá contar con Puyol lesionado y se presupone a Mascherano junto a Piqué.
Özil será titular y hará mejores las proyecciones de las bandas madridistas y veremos si Adebayor tiene oportunidad de volver a generar dificultades en la zaga blaugrana desde el once inicial. Del Barcelona no espero ninguna revolución, con lo mismo de hoy es favorito para Mestalla.
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