Champions League: cuartos de final
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Hipotecas-Lastre para España
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La hipoteca, ese peso que sólo los que lo sufren saben lo que significa; curioso que ahora vaya a ser la causa de que un país al completo se mantenga en el ostracismo.
Parece que el pseudoacrónimo que la prensa inglesa fanfarrona (como si existiese otra…) relacionó con los países mediterráneos no pudo ser más acertado, compartimos los mismos problemas estructurales y ahora afloran con apenas unos meses de retardo entre unos y otros.
Podríamos plantearnos que España, como dicen muchos políticos, tiene las suficientes bases financieras e institucionales como para no tener que preocuparse por lo que viene ahora; está bien, situémonos en ese escenario. Si todo marcha como hasta ahora empezaremos a recuperarnos en 2012 para estarlo del todo en 2014, esas son las predicciones de profesionales que se dedican exclusivamente a ello (CEPREDE, entre otros). Bien.
¿Qué decían las predicciones?
Nadie pudo saber que iba a haber un ola de cambio social y político en el mundo árabe, quién iba a ser capaz de adivinar que el precio del petróleo se dispararía y la gasolina alcanzaría máximos históricos. Con eso nadie contaba.
Sube el crudo, lo hacen con él los alimentos (es lo que tiene la maquinaria, que hay que echarle líquido y con el agua no basta) y los índices principales de inflación comienzan a repuntar una y otra vez, y lo que es más importante, sin contrapartida clara como síntomas de crecimiento. Es decir, que sube el pan pero no porque los españoles seamos más ricos. Cuidadito con eso. De hecho, el IPC de nuestro país es superior al de la media europea cuando el crecimiento va claramente por debajo de la misma.
Trichet reacciona. El Banco Central Europeo, organismo ortodoxo por definición tiene reminiscencias de la crisis del petróleo (1973) y sabe lo peligroso de entrar en un bucle de precios altos y poca actividad, de ahí no es fácil salir; por lo tanto, mejor no entrar.
Existe un mecanismo de control de precios bien sencillo y se trata de alzar los tipos de interés. Suben los tipos y las empresas tienen más difícil enfrascarse en fuertes inversiones. El dinero que debes devolver cuando te prestan es ahora superior y esto afecta enormemente al nivel de inversión total. Los hipotecados ven a la vez como su letra crece y eso les hace consumir menos. Al haber menos consumo las empresas no tienen de donde financiarse y todo va a peor, en fin, el mecanismo de siempre.
La hoja de ruta inicial que inducía a subidas paulatinas (se explicaron y se les quitó importancia en este blog hace un tiempo) y muy muy pequeñas del Euribor se ha visto trastocada por el leve calentamiento de los precios en Europa. Esto es probable que no vaya a frenar siquiera mínimamente la buena marcha de los países de centro y norte de Europa, pero, seguro afectará a España. Por esas particularidades que se dan será más difícil que no nos pase una cuantiosa factura. En un país que arrastra problemas graves de morosidad, el peor coscorrón que le puedes dar es una subida media de 50€ mensuales en la hipoteca que suman 600 a final de año.
No hay muchos que vean a España resarcirse en las próximas fechas, pero desde luego, lo que está claro es que estas circunstancias anómalas relacionadas con el petróleo, la crisis nuclear y la dimisión de Sócrates no ayudan. Son un contrapeso.
¿Nueva temporada de F1?
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Análisis de los octavos
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Parches para este balón
- 12:07
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Proyecciones cinematográficas, búsquedas vacías de excelencia deportiva, éxitos en las dos parcelas y vuelta al primer panorama con la sección de baloncesto. Florentino promete.
Ficho al mejor entrenador disponible, conoce el idioma y la competición europea es la rutina de cada de día de Ettore Messina, éste cree que puede hacer cambiar el Real Madrid desde dentro y piensa que esta decisión es el símil de comprar un balón nuevo, de cuero y con ese tono ocre que enciende la vista. Lo que no sabe es que su presidente ha puesto un buen parche al balón de siempre. Y no sólo eso, si no que la prensa de Madrid tiene la misma sensación que el entrenador cuando firmó. Es la apuesta definitiva, ahora o nunca.
Pide Messina por la boca y se la tapan con medios fichajes y accediendo a ciertas peticiones. Tragan con Papadopoulos -a la postre el gran fallo del italiano, el que más caro le ha costado en su eterno anhelo por un pívot dominante- pero no con Siskaukas u otras estrellas de la Euroliga. Señores, para ganar a esto hay que tener equipos plagados de cracks, miren las plantillas de Panathinaikos, Olympiakos, CSKA y Barça en los últimos cinco años. En Madrid se siguen poniendo parches al juego del plantel, pívot joven por aquí cuando hace falta una referencia, alero "anotador" por allá cuando se necesita un nuevo Bullock que quiera la pelota siempre, y así una y otra vez. La plantilla adolece de un buen sofá y compras una silla ergonómica (en términos Benítezianos, permítaseme la expresión). Messina calla y la prensa le mete sopapos por cada derrota, por cada demostración de que no se puede pelear con lo que tienes contra Navarro, Ricky, Mickeal, Morris, Ndong, Vázquez, Lorbek...
Hombre! Si es que cualquiera de todos estos sería la maldita estrella del Madrid y metería 20 o más puntos por partido!
Más pinchazos y con ellos más parches, más recosidos que bien diferían de lo que pedía la dirección técnica. El ya ex-entrenador del Real Madrid fija parte de la culpa de su dimisión por la presión continua de la prensa sobre su imagen y su trabajo, a mí eso no me cuadra del todo. Hemos visto decenas de veces al técnico italiano abroncar a sus jugadores por situaciones concretas en pleno partido, hacer aspavientos en la banda por una mala defensa o una decisión errónea en ataque. El desgaste acumulado en la relación entrenador-jugador tiene que haber sido tremendo. Forzar al talentoso Tomic a ser cada día el dominador de la pintura que podrá ser en unos años, guerrear día a día por convertir a Velickovic en un jugador intenso cuando jamás lo será o lamentarse airadamente por los lanzamientos fáciles que fallan ciertos jugadores porque básicamente no tienen el talento suficiente. Esa tiene que ser la razón fundamental para que los jugadores pierdan la confianza en su preparador, y que éste apenas pueda mirarles a la cara para pedirles un esfuerzo más. Sólo por eso alguien puede ser capaz de romper un vínculo de forma amistosa en el que renuncias a un año y medio de contrato, a unos pocos millones de euros y a la más que probable oportunidad de disputar una Final Four más de una Euroliga que ya has ganado cuatro veces. Sabe de qué va la cosa. El parche más valeroso del Madrid de baloncesto ha pasado de agrietado a resquebrajado.
Quizás los fichajes y el pago de los sueldos de Spanoulis, Teodosic o Schortsianitis -entre otros- no sean rentables económicamente a día de hoy, pero ver desfilar a aficionados madridistas por la Caja Mágica a mitad del último cuarto tampoco creo que traiga grandes rendimientos ¿cierto?
Esto y esto, señor Florentino, es todo mentira.