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Cuatro millones de Lunes al Sol

Por gusto o por disgusto, en la cola de una oficina de empleo o tumbado en la cama perezoso pero al fin y al cabo...Lunes al sol.

Ya tenía pensado escribir sobre la reforma laboral del Gobierno más pronto que tarde, me costaba ponerme manos a la obra con algo más allá de la actualidad deportiva y el nuevo dato de paro "4.048.493" me ha dado el último empujón.
Debe ser que el ejército del presidente, no el de Afganistán sino el de asesores, no se ha percatado hasta hace bien poco de que lo que hay en España es una crisis de empleo. Causada por la explosión de la burbuja inmobiliaria, la crisis financiera global y el ciclo económico negativo, SÍ, pero no deja de ser en todo momento una crisis de empleo.

Europa, siempre caracterizada por una tasa de desempleo estructural superior a la de los países anglosajones y asiáticos (separando a los hijos de la Gran Bretaña); y España, caracterizada por lo mismo respecto a otras grandes pablaciones cercanas como Francia y Alemania, nos hemos dado un buen porrazo con la broma de las subprime norteamericanas.
Un sistema de pensiones y seguridad social demasiado estable (que ahora se tambalea), una no-cultura de fuerza laboral que tire del país en momentos complicados, el petardazo de la construcción y una negociación colectiva que intenta abarcar lo inabarcable ignorando la jornada laboral máxima (p.e.) en post de subir y subir más los salarios nos deja con un 20% de paro que no se sostiene.
Vamos allá con las medidas de aplicación a partir del 31 de Marzo:
Trece medidas, mal rollo.

- Reducción de la jornada laboral en nuevos casos de Expedientes de Regulación de Empleo.
- Actualización de la política de bonificaciones a la contratación laboral.
- Refuerzo de los servicios públicos de empleo.
- Reducción del dualismo y la temporalidad en el mercado de trabajo español.
- Reducción del paro juvenil.
- Reducción de la diferencia salarial entre hombres y mujeres (un clásico).
- Estimular la participación de empresas en la Formación profesional.
- Reforma del sistema de pensiones y seguridad social (sostenibilidad).
- Reforzar contratos formativos entre empresas y trabajadores.
- Modificar el sistema de Negociación colectiva (flexibilidad interna).
- Sistema de certifiaciones de experiencia laboral.
- Conexión de servicios públicos regionales.
- Aumento de la coordinación de ayudas y subsidios de empleo.


Demasiadas y poco concretas. Algunas prometedoras y otras que faltan.
Un nuevo tipo de contrato de trabajo con indemnizaciones progresivas en función del tiempo trabajado siguiendo el ejemplo pero sin copiar a Merkel. No lo vemos.
Aún sin éste las medidas funcionarán, y lo harían más si el consumo privado no fuera a desinflarse por el otro problema subyacente que toma la cabeza de la lista, el déficit público que descuadra nuestras cuentas y las de la Unión Europea.
Subir el IRPF por encima de precios, pensiones y salarios, despertar al monstruo del IVA y no bajar el impuesto de sociedades no va a ser inocuo sobre la efectividad de las medidas -que por otra parte le saldrán por un pico a la Administración Central-. La contratación indefinida y el gasto de las familias caerán con la renta disponible y el populismo necio de Zapatero.

No nos merecemos unos políticos tan malos (y hablo en PLURAL) como para hacernos cuestionar un bipartidismo que apenas llevamos disfrutando 28 años.


** Se prevén Lunes de audiencias televisivas desorbitadas: fútbol de 1ª división de 21:00 a 23:00, Internado de 23:00 a 01:00 y ojeras los martes en el trabajo para el que lo conserve **

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